¡Permíteme presentarte el guacamole que robará tu corazón y hará que tus papilas gustativas se vuelvan locas! Entre todas las versiones que he probado, esta es, sin lugar a dudas, mi favorita. Debo agradecer a mi madre, una apasionada del guacamole, quien experimentó con esta receta y nos brindó esta maravilla gastronómica.En mi hogar, el guacamole es una constante en la nevera. Preparo un lote durante el fin de semana y lo conservo para disfrutarlo a lo largo de la semana. Además del guacamole, otro esencial es el pesto, siempre listo para realzar mis platillos con su sabor vibrante y verdoso.Los aguacates son una verdadera joya nutricional, repletos de phytonutrientes que promueven la salud. Dentro de su composición, encontramos fitosteroles, carotenoides, flavonoides y alcoholes grasos polihidroxilados. Estas frutas nos brindan ácido alfa-linolénico, un omega-3 beneficioso, así como el valioso ácido oleico. Su aporte incluye también ácido pantoténico, fibra dietética, vitamina K, cobre, folato, vitamina B6, potasio, vitamina E y vitamina C.
A pesar de ser frutas, los aguacates sorprenden con su contenido graso, representando entre un 71% y 88% de sus calorías totales, un valor considerablemente mayor al de otras frutas. No obstante, es vital recordar que alrededor de 20 gramos de la grasa presente en un aguacate son grasas monoinsaturadas, especialmente el ácido oleico, conocido por sus beneficios para la salud.

Ingredientes
- 2 aguacates
- 1/2 cebolla morada
- 1/2 pimiento verde
- 1 lima
- 1/2 tomate
- Ramitas frescas de cilantro
- Nuez moscada
- Chile fresco
- Sal y pimienta al gusto
Preparación
- Corta los aguacates por la mitad, retira la semilla y coloca la pulpa en un bol.
- Pica la cebolla, el pimiento y el cilantro, y añádelos al bol junto con el aguacate.
- Exprime el jugo de lima y agrega las especias al gusto.
- Utiliza una batidora de mano para mezclar los ingredientes hasta obtener una textura cremosa, aunque no necesariamente uniforme.
- Corta el tomate en trozos pequeños y añádelo a la mezcla.
- Si lo refrigeras durante unas horas antes de servir, los sabores se fusionarán aún más, realzando la delicia del guacamole.

Esta receta no solo es un placer para el paladar, sino que también celebra la sostenibilidad y el minimalismo. Al utilizar aguacates locales, como los de Málaga, contribuimos a la reducción de la huella de carbono y apoyamos a los productores de nuestra comunidad. Además, los ingredientes frescos y naturales encajan perfectamente con un estilo de vida consciente y saludable.